martes, 4 de septiembre de 2012

Louis Vuitton


 Louis Vuitton nació en Francia en 1821 en una pequeña ciudad llamada Jura. La leyenda cuenta que en 1835, Louis caminó 400 kilómetros para llegar a París aceptando todo tipo de trabajos a lo largo de su recorrido.
Luego de dos años llegó a la capital francesa donde comenzó a trabajar como aprendiz de un manufacturero de equipaje. En este momento fue cuando Louis comenzaba a escribir su propia historia y la de la moda, especialmente a partir de ser descubierto por Napoleón III, quien lo contrato al servicio de su esposa, Eugenie de Montijo.
Es en el año 1858 que comienza a especializarse en diseñar sus hoy tan famosos baúles de forma rectangular, cuando el común eran los baúles de forma redonda, empezando así una increíble innovación del producto. Finalmente en 1854 Louis Vuitton abre su primera tienda en París.
Cuando en 1893 muere Louis, el mando de la empresa pasa a su hijo Georges Vuitton quien crea el monograma más famoso de la marca: el marrón y beige con la LV, que decora bolsas y maletas y el cual sigue siendo un icono de la marca Louis Vuitton. Ese mismo año, Georges realizo un viaje por los Estados Unidos en donde visitó ciudades como New York, Philadelphia y Chicago promocionando aún más la marca.
Para el año 1977, la empresa Louis Vuitton ya tenía dos tiendas y un índice anual de 70 millones de francos franceses. Un año después, la empresa decide abrir nuevas tiendas en Japón, Tokio y Osaka, expandiendo de esta manera el mercado hacia el continente asiático. Sin embargo, en 1987 la compañía se fusiona con otra marca de lujo, Moët Hennesy, para crear de esta manera la poderosa LVMH, empresa líder mundial en la industria del lujo. Esta fusión resulto todo un éxito, ya que se incremento en un 49% el ingreso anual de LV.
Actualmente la marca posee 322 tiendas, y está presente en 52 países. Para realizar sus trabajos de marroquinería posee talleres en Francia, España y California, y hasta el día de hoy la mayoría de estos productos se fabrica de manera artesanal, algo que caracteriza y distingue a esta mega empresa.
En 2002, Louis Vuitton entró al mundo de los relojes con la creación del reloj Tambour. Su colección, una mezcla de tradición y modernidad, se ha vuelto icónica. Uniendo fuerzas con los más prestigiosos fabricantes de acuerdo a cada rubro específico, tales como La Joux-Perret o Dubois Dépraz, los talleres de relojería Louis Vuitton están elevando cada vez más sus niveles de desarrollo de nuevas complejidades e innovaciones de diseño.
Louis Vuitton ha establecido su taller en La Chaux-de-Fonds, inspirándose en la experiencia de la fabricación de finos relojes suizos, en el corazón de la región de Jura, en Francia. Desde entonces, cada modelo nuevo de Tambour se ha distinguido por su trabajo artesanal y por su exquisitez.
“Nos llena de alegría ser parte de una de las ferias de comercio de relojería más importantes del mundo. Es un momento significativo en la historia de los relojes de Louis Vuitton y, una vez más, queda reflejada la sofisticación de nuestro alto conocimiento en relojería”, afirma Yves Carcelle, Director y CEO de Louis Vuitton.
Orgulloso de sus avances en la fabricación de relojes, Louis Vuitton estuvo presente por primera vez en Baselworld, el Salón Mundial de la Relojería. Este nuevo desafío representa la ambición de la marca por convertirse en un participante clave del mundo de los fabricantes de relojes.

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